Fragilidad de las economías africanas
Durante años, el continente africano ha seguido hundiéndose en las tinieblas del subdesarrollo, convirtiéndose en el continente más pobre del mundo. Las economías africanas están marcadas por crisis cíclicas y crónicas. En este artículo mostraremos la fragilidad de las economías africanas.
La dependencia económica de África
Las economías africanas dependen del exterior. La balanza comercial es deficitaria para muchos de los Estados, es decir, los países africanos importan mucho más de lo que exportan. La mayor parte de las exportaciones africanas son productos agrícolas que tienen poco impacto en los hogares. Los ingresos procedentes de la exportación de materias primas tienen un bajo rendimiento para impulsar las economías africanas hacia el crecimiento económico.
África es víctima del deterioro de la relación de intercambio, lo que significa que exporta materias primas a precios bajos y luego consume productos manufacturados del extranjero a precios excesivos. Además, el crecimiento económico de África no ha dejado de disminuir en los últimos años. En 2006-2009, la tasa de crecimiento de África fue del 6%, mientras que en 2009 esta cifra se ha reducido en gran medida al 2,5%. Esto significa que las políticas aplicadas todos estos años no han permitido a África salir de la precariedad.
Los fundamentos de la fragilidad de las economías africanas
Hay otros factores que contribuyen al deterioro de las economías africanas, como las inestabilidades políticas, que obstaculizan considerablemente el desarrollo de África. Las elecciones, por ejemplo, en África son siempre una fuente de conflictos. La violencia postelectoral se ha vuelto recurrente en África.
Además, los conflictos armados no favorecen el crecimiento económico. En sus informes sobre las perspectivas económicas regionales de África Central, el Banco Africano de Desarrollo ha argumentado que el contexto de seguridad no es propicio para el buen funcionamiento de las economías de los países centroafricanos. África es entonces uno de los continentes más inestables, lo que hace que las economías africanas estén realmente expuestas a crisis económicas recurrentes.